DECLARACIÓN
DEPARTAMENTO DE ESTADO DE EE. UU.
Oficina del Portavoz
8 de junio de 2022
Centro de Convenciones de Los Ángeles
Los Ángeles (California)
SECRETARIO BLINKEN: Este es el gran poder de ser quien preside. De nuevo, bienvenidos todos. Buenos días. Bienvenidos a Los Ángeles. Es maravilloso ver a mis colegas ministros, a todos sus equipos aquí para la Novena Cumbre de las Américas. Y bienvenidos cada uno de ustedes. Bienvenidos a la reunión ministerial del Grupo Ministerial de Revisión de la Implementación de Cumbres.
Para aquellos que no estén familiarizados con este grupo, está formado por coordinadores nacionales de países de todo nuestro hemisferio, que negocian los compromisos políticos que los líderes de nuestros países adoptarán en la cumbre en los próximos días.
Se han invertido meses de trabajo en los compromisos sobre los que dialogaremos hoy y en asegurar que nuestro nivel de ambición satisfaga el nivel de necesidad de la gente en todo nuestro hemisferio común. Y permítanme decir sencillamente esto: Estamos profundamente agradecidos por todos los esfuerzos que nuestros respectivos equipos han realizado. Gracias, gracias, gracias.
En particular, me gustaría dar las gracias a mis colegas de Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Jamaica, Panamá, Perú, la República Dominicana y Uruguay, cada uno de los cuales presidió grupos de trabajo sobre los cinco temas centrales de la cumbre: salud y resiliencia, transformación digital, energía limpia, sostenibilidad medioambiental y gobernanza democrática. Su liderazgo ha sido crucial para alcanzar el consenso que espero que alcancemos hoy.
También me gustaría dar un saludo muy especial al coordinador de la cumbre de nuestro equipo, Kevin O’Reilly, y a Kevin -¿dónde está Kevin? Sí. Gracias. (Aplausos). Y a nuestro coordinador adjunto, Dave Silverman, que cumple su séptima cumbre. Tiene que haber un premio que vaya con eso. Así que gracias a ambos por su notable servicio y su notable trabajo.
Y también diré esto: De hecho, participé en la primera Cumbre de las Américas en 1994 en Miami. Es cerrar el círculo ahora aquí en Los Ángeles.
A mi amigo y colega, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, bienvenido. Es maravilloso trabajar con usted, como siempre. Al vicepresidente Duclós Parodi, colegas, los compromisos que discutiremos están destinados a abordar algunos de los desafíos más apremiantes que enfrentamos en nuestro hemisferio, incluyendo COVID-19; la crisis climática; la profunda inequidad; y las amenazas a la democracia y los derechos humanos; así como, por supuesto, la crisis migratoria que todos estos problemas están contribuyendo a impulsar aún más.
Todos lo sabemos por el trabajo que hacemos cada día: Ninguno de estos retos se queda dentro de nuestras fronteras nacionales, y se refuerzan mutuamente. Cuando los países individuales no hacen lo suficiente para invertir en la detección de enfermedades infecciosas o en la reducción de emisiones, se pone en riesgo a la población de toda la región y del mundo. Y hemos visto, por supuesto, cómo COVID-19 y las consecuencias de la crisis climática están afectando más a las comunidades desfavorecidas, profundizando las desigualdades en nuestro hemisferio.
Al igual que los problemas, las soluciones están interconectadas. Y para que sean eficaces, tienen que traspasar las fronteras. Por eso estamos aquí. De eso se trata realmente.
Abordar estos desafíos también exige que intentemos salvar la brecha entre la política interior y la exterior, ya sea trabajando para mejorar la seguridad sanitaria o la seguridad energética; defendiendo un Internet abierto, seguro y confiable; o fortaleciendo la normativa para garantizar que las finanzas ilícitas no puedan encontrar un refugio seguro en ninguno de nuestros países. Y eso se ve en los diversos equipos que cada uno de nuestros países ha reunido para estos diálogos y para tratar de abordar estos problemas.
Permítanme sencillamente centrarnos ahora en las cinco áreas que debatiremos hoy y que nuestros líderes abordarán más tarde.
En primer lugar, crearemos una mayor resiliencia sanitaria y pandémica reforzando nuestros sistemas de salud pública para garantizar que las personas de todo nuestro hemisferio tengan acceso a una atención de calidad. Esto incluye la ampliación de los servicios de salud centrados en las personas y las comunidades, la inversión en educación y formación en medicina, salud pública, nutrición e investigación en ciencias biomédicas. También incluye prepararse para futuras emergencias sanitarias fortaleciendo nuestra capacidad para detectar, prevenir y hacer frente a futuros brotes de pandemias y otras emergencias, mejorando la coordinación, la transparencia y la rendición de cuentas en toda la región, porque cuando se trata de la salud mundial, lo hemos aprendido, estamos todos juntos en ello.
En segundo lugar, estableceremos la primera agenda regional sobre transformación digital para cerrar una brecha digital duradera en nuestras sociedades, de modo que todas las personas puedan acceder y utilizar las herramientas digitales que son cada vez más esenciales para su vida cotidiana, desde la gestión de una pequeña empresa hasta la obtención de una educación. El programa incluirá la ampliación del acceso a Internet, especialmente en comunidades históricamente marginadas, el impulso de la innovación y la inclusión social a través de un mayor acceso a los servicios gubernamentales digitales. También incluye la ampliación del papel de la tecnología digital en la promoción de la educación de calidad, la alfabetización digital y la ciudadanía digital.
En tercer lugar, aceleraremos la transición de la región hacia la energía limpia, aprovechando la fuerza, los conocimientos y las capacidades de los gobiernos, pero también de las empresas, las ONG, los investigadores y las comunidades de todo nuestro hemisferio. Facilitaremos el intercambio de conocimientos técnicos y prácticas óptimas; fomentaremos una mayor colaboración con el sector privado y otras partes interesadas para identificar oportunidades de fabricación o comercio de bienes y servicios de energía limpia; promoveremos los principios del sector minero sostenible, alcanzable y responsable; y aseguraremos la integración de las cadenas de suministro de minerales en nuestro propio hemisferio.
En cuarto lugar, duplicaremos la inversión en resiliencia y adaptación al clima para equipar mejor a nuestras comunidades a fin de que puedan hacer frente a los cambios en el medioambiente que todos nosotros ya estamos experimentando, y que sabemos que van a aumentar por muy eficaces que seamos a la hora de acelerar el cambio a la energía limpia. Esto incluye el cumplimiento de nuestros compromisos para detener y revertir la deforestación, la disminución de la cantidad de carbono procedente de las actividades de uso de la tierra y el aumento de nuestra capacidad para almacenar carbono.
En quinto y último lugar, volveremos a comprometernos con una de las aspiraciones fundamentales que nos unió hace 30 años, cuando Estados Unidos acogió la primera Cumbre de las Américas en Miami: hacer avanzar la democracia. Nos impulsaremos a nosotros mismos, impulsaremos a nuestros vecinos de toda la región para fortalecer el Estado de derecho, las elecciones libres y justas, los derechos humanos y otros pilares de las sociedades libres y abiertas. Y trabajaremos juntos para hacer frente a las amenazas comunes a nuestras democracias, desde la corrupción hasta la desinformación.
Todos sabemos que el proceso democrático no siempre es fácil ni rápido. Eso es cierto en cualquier democracia. Se amplía cuando reunimos a docenas de democracias, como hemos hecho para esta cumbre. Pero el hecho es que también reconocemos nuestras deficiencias. Están a la vista. No las escondemos bajo la alfombra. Y trabajamos para tratar de resolverlas juntos, y en última instancia esa es la mayor fuerza que aportamos como democracias.
Y hay pocas regiones en el mundo como ésta, donde se ven tantas democracias; de izquierda, de derecha, de centro, que son capaces de establecer una hoja de ruta común para abordar problemas complejos. Creo que eso es algo que hay que celebrar aunque seamos conscientes de todo el trabajo que tenemos por delante.
Otro punto fuerte es que no perdemos de vista a las personas a las que servimos. Una gran parte de este proceso ha consistido en escuchar a los ciudadanos, a las ONG, a los jóvenes, a las comunidades y a las empresas, incluidas las que son críticas con nuestro desempeño. Las aportaciones que hemos pedido a las partes interesadas han sido cruciales para entender lo que nuestra población necesita realmente de nosotros, lo que esperan de nosotros, lo que tenemos que intentar ofrecer juntos.
Así que, en adelante, los ciudadanos serán socios fundamentales a la hora de llevar a cabo estos esfuerzos y de hacernos cumplir los compromisos que asumimos aquí en la cumbre. Estamos aquí durante unos días, pero son 365 días al año los que importan. Y todo a lo que nos comprometamos aquí, tenemos que llevarlo adelante. Tenemos que trabajar en ello cada día. Tenemos que hacerlo juntos. Ese es el espíritu que esperamos que surja de Los Ángeles.
Para ver el texto original ir a: https://www.state.gov/secretary-antony-j-blinken-and-secretary-general-of-the-organization-of-american-states-luis-almagro-at-a-meeting-of-the-summit-implementation-review-group/