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Cómo la República Popular China busca modificar el ambiente
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septiembre 29, 2023

NOTA A LOS MEDIOS

Resumen ejecutivo

Cada país debería poder contar su historia al mundo. Sin embargo, la narrativa de una nación debe basarse en hechos y caer o levantarse por mérito propio. La República Popular China (RPC) emplea una variedad de métodos engañosos y coercitivos a medida que intenta influir sobre el ambiente internacional de información. La manipulación de la información por parte de Pekín abarca el uso de propaganda, desinformación y censura. Estos esfuerzos de la RPC, quedándose desenfrenados, modificarán el panorama de la información global, lo que creará sesgos y brechas que podrían incluso llevar a las naciones a tomar decisiones que subordinan sus intereses económicos y de seguridad a los de Pekín.

Manipulación de la información por parte de la RPC

La RPC gasta miles de millones de dólares por año para manipular la información extranjera.i Pekín usa información falsa o sesgada para promover visiones positivas de la RPC y del Partido Comunista Chino (PCCh). Al mismo tiempo, la RPC suprime información crítica que contradice su narrativa deseada acerca de asuntos como Taiwán, sus prácticas en el ramo de derechos humanos, el mar del Sur de China, su economía nacional y su participación en la economía internacional. En general, la RPC busca cultivar y sostener una estructura global de incentivos que motiva a gobiernos extranjeros, élites, periodistas y a la sociedad civil a aceptar la narrativa preferida por parte de la RPC y evitar que tales personas y entidades critiquen a la conducta de la RPC. La manera de abordar la manipulación de la información que implementa la RPC incluye hacer uso de la propaganda y la censura, promover el autoritarismo digital, explotar las sociedades internacionales y bilaterales, emparejar la cooptación y la presión, y ejercer el control de los medios de comunicación en el idioma chino. De manera colectiva, estos cinco elementos podrían permitirle a Pekín alterar el ambiente de información global en múltiples ejes:

Influencia implícita y explícita sobre contenido y plataformas. Pekín busca maximizar el alcance del contenido sesgado o falso que favorece a la RPC. Ha adquirido intereses en medios de comunicación extranjeros a través de medios públicos y no públicos y ha patrocinado a personas influyentes en línea. Pekín también ha firmado acuerdos para compartir contenido con medios de comunicación locales, algunos de los cuales han sido restrictivos – lo que puede dar lugar a que cabeceras confiables legitimen contenido dudoso u oscurecido de la RPC. Asimismo, Pekín ha trabajado para cooptar voces prominentes en el ambiente internacional de información, como élites políticas y periodistas. Además de enfocarse en productores de contenido, la RPC ha apuntado a plataformas para la diseminación global de información, por ejemplo, invirtiendo en servicios de televisión digital en África y redes de satélites.

Restricciones en la libertad de expresión global. Sobre los asuntos que considera delicados, la RPC ha utilizado la intimidación en línea y en el mundo real para silenciar la disidencia y motivar la autocensura. La RPC también ha tomado medidas en contra de las sociedades anónimas en situaciones en las que la RPC percibe que aquellas han desafiado la narrativa deseada de la RPC sobre asuntos como el de Xinjiang. Dentro de países democráticos, Pekín ha tomado ventaja de las sociedades abiertas para iniciar acciones legales con el fin de suprimir voces críticas. En WeChat, una aplicación utilizada por muchas comunidades de habla china fuera de la RPC, Pekín ha ejercido la censura técnica y hostigado a productores particulares de contenido. Notablemente, los datos recopilados por compañías chinas que funcionan en el exterior han permitido a Pekín a afinar la censura global mediante el enfoque en personas y organizaciones específicas.

Una comunidad emergente de autoritarios digitales. La RPC promueve el autoritarismo digital, que incluye el uso de infraestructura digital para reprimir la libertad de expresión, censurar noticias independientes, promover la desinformación y negar otros derechos humanos.ii Mediante la diseminación de las tecnologías para la vigilancia y la censura, muchas veces escondidas bajo el concepto de «ciudades inteligentes» o «seguras», la RPC ha exportado aspectos de su ambiente de información nacional al mundo. Pekín también ha propagado tácticas de control de la información, con foco particular en África, Asia y América Latina. De manera paralela, la RPC ha promovido normas autoritarias digitales que otros países han adoptado rápidamente. A medida que otros países han comenzado a imitar a la RPC, sus ecosistemas de información se han vuelto más receptivos a la propaganda, la desinformación y las solicitudes de censura de Pekín.

Impacto futuro

La manipulación global del ambiente de la información por parte de la RPC no es simplemente un asunto de diplomacia pública, sino un desafío a la integridad del espacio global de la información. Si se queden desenfrenados, los esfuerzos de Pekín podrían dar lugar a un futuro donde la tecnología exportada por la RPC, los gobiernos locales cooptados y el miedo a represalias directas de Pekín produzcan una fuerte reducción de la libertad de expresión global. Pekín tendría un papel significativo, y con frecuencia oculto, en determinar qué contenido digital e impreso consume el público en los países en desarrollo. Los foros multilaterales y las relaciones bilaterales selectas ampliarían la narrativa que Pekín prefiera acerca de asuntos como Taiwán y la economía internacional. El acceso a datos globales combinado con los avances más recientes en tecnología de inteligencia artificial permitirían a la RPC apuntar al público extranjero y, de ese modo, quizá influir en las decisiones económicas y de seguridad a su favor. Por último, los esfuerzos de Pekín por la censura global darían lugar a un ambiente internacional de información sumamente controlado, caracterizado por brechas y sesgos inherentes a favor de la RPC. En este futuro, la información disponible para el público, los medios de comunicación, la sociedad civil, el mundo académico y los gobiernos en la medida en que ellos interactúan con la RPC, podría estar distorsionada por la propaganda y la desinformación, y circunscrita por la censura. Esto presentaría un desafío directo a todas las naciones que buscan basar sus relaciones con la RPC sobre evaluaciones de sus intereses soberanos basadas en hechos. Tal futuro no está predeterminado. Si bien cuenta con el respaldo de recursos sin precedentes, la propaganda y la censura de la RPC han producido, a la fecha, resultados variados. Al momento de dirigirse a países democráticos, Pekín se ha encontrado con grandes retrocesos, con frecuencia debido a la oposición de los medios de comunicación locales y la sociedad civil. iii Un entendimiento global de la manipulación de la información por parte de la RPC es un punto de partida para un futuro en el que las ideas, los valores y las historias de la RPC deban competir bajo condiciones de igualdad.


Ver el reporte original: https://www.state.gov/gec-special-report-how-the-peoples-republic-of-china-seeks-to-reshape-the-global-information-environment/